El ejercicio oncológico debe ser configurado y supervisado por un profesional; debe ser individualizado en función de la situación y características de cada paciente; se debe adaptar al nivel físico y debe estar basado en la evidencia científica que haya probado sus beneficios para la salud.
El ejercicio oncológico es aquel que se realiza para reducir o prevenir los efectos secundarios de los tratamientos contra el cáncer y que, por sus efectos en el organismo, mejora la salud, la calidad de vida y la supervivencia de las pacientes. El Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM) nos habla de sus beneficios y aporta algunas recomendaciones.
Beneficios del ejercicio oncológico:
- Fortalece el sistema inmunitario
- Mejora la calidad de vida
- Aumenta la supervivencia
- Apoya al corazón
- Ayuda a recuperar un peso saludable
- Disminuye la fatiga
Recomendaciones:
- Es importante realizar ejercicio durante el tratamiento, adaptando la intensidad a las necesidades de cada etapa.
- El ejercicio ayuda a mantener la independencia física y a mejorar tanto la capacidad cardiovascular como la calidad de vida del paciente.