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¿Qué es el Cáncer de Piel ?

El cáncer de piel se puede presentar en cualquier parte del cuerpo, pero es más común en la piel expuesta a menudo a la luz solar, como la cara, el cuello, las manos y los brazos, hay diferentes tipos de cáncer que empiezan en la piel.

Los tipos más comunes son el carcinoma de células basales y el carcinoma de células escamosas, que son cánceres de piel no melanoma. Estos son cánceres de piel no melanoma. Los cánceres de piel no melanoma se diseminan con muy poca frecuencia hasta otras partes del cuerpo. El melanoma es la forma menos frecuente de cáncer de piel. Es más probable que invada los tejidos cercanos y se disemine hasta otras partes del cuerpo. La queratosis actínica es una afección de la piel que algunas veces se convierte en carcinoma de células escamosas.

El cáncer de piel no melanoma es el tipo más común de cáncer de piel. Se le llama no melanoma, porque este grupo de tumores comprende todos los tipos de cáncer de la piel, excepto uno: El melanoma maligno, que es el cáncer que se desarrolla a partir de los melanocitos.

Las Causas más Frecuentes son:

  • La exposición excesiva a la radiación ultravioleta (UV), cuya principal fuente es la luz solar. El grado de exposición a esta radiación depende de la intensidad de la luz, del tiempo de exposición y de si la piel ha estado protegida. Las personas que viven en áreas donde están expuestas todo el año a una luz solar intensa tienen mayor riesgo de desarrollar este tipo de cáncer. Además, estar largo tiempo a la intemperie por motivos de trabajo u ocio sin protegerse con ropas adecuadas y protección solar incrementa la posibilidad de desarrollarlo.
  • Las lámparas y cabinas bronceadoras son otras fuentes de radiación ultravioleta que pueden aumentar el riesgo de desarrollar un cáncer de la piel no melanoma.
  • La exposición a ciertos productos químicos como el arsénico, la brea industrial, la hulla, la parafina y ciertos tipos de aceites.
  • Las lesiones o inflamaciones graves o prolongadas de la piel, como pueden ser las quemaduras graves, la piel que recubre el área donde se produjo una infección ósea grave y la piel dañada por ciertas enfermedades inflamatorias.

El cáncer de la piel no melanoma puede tener el aspecto de diversas marcas en la piel. Las señales de aviso principales son la aparición de una nueva masa, una mancha o protuberancia que esté creciendo (en el transcurso de unos meses o de uno a dos años), o bien una úlcera que no sane en un plazo de tres meses.

Los carcinomas de células basales aparecen en un área tanto plana, como escamosa que adquiere un color rojizo, o en pequeñas áreas cerosas, brillantes y translúcidas al relieve, que pueden sangrar con una lesión menor. Es estas áreas es frecuente identificar uno o más vasos sanguíneos irregulares visibles, o mostrar áreas de color azul, café o negro.

La extirpación es el tratamiento más común de este tipo de lesiones, que puede completarse con la llamada cirugía de Mohs dependiendo de la localización o si la mancha tiene un tamaño considerable. La escisión simple consiste en la extirpación del tumor y parte del tejido que lo rodea.

  • Cirugía de Mohs: Se elimina la capa de la piel afectada por el cáncer y posteriormente, el médico extrae el tejido que rodea la zona comparando ambos en el microscopio.
  • Criocirugía: Mediante nitrógeno líquido se congelan y destruyen las células cancerosas.
  • Cirugía Láser: Se utiliza en carcinomas muy superficiales sobre los que se aplica el rayo láser para vaporizar las células cancerosas.
  • Electrodesecación: el tumor se extrae raspando el tejido, y después se trata la zona donde se encontraba la mancha con una aguja eléctrica para destruir las células cancerosas que queden.
  • Quimioterapia: El medicamento que más frecuentemente se utiliza es el fluorouracilo, que usado de forma tópica llega a las células más cercanas de la superficie de la piel, por lo que se utilizará sólo en patologías premalignas. Este medicamento enrojece la zona donde se aplica y la hace más sensible al sol, por lo que es aconsejable que la zona esté bien protegida.
  • Radioterapia: Consiste en el empleo de radiación para destruir las células cancerosas. El tratamiento dura unos minutos y no es doloroso.